Hay pocos alimentos considerados tan interesantes a nivel nutricional y de salud como el aceite de oliva virgen extra. Tanto es así que ha llegado a catalogarse como oro líquido, gracias a todas las propiedades positivas que tiene para nuestro organismo. Eso, junto al hecho de que es un ingrediente muy versátil, lo ha convertido en un producto indispensable en muchas de las cocinas del mundo. Más allá de su uso gastronómico, hoy queremos hablar del AOVE como un aliado para nuestra salud cardiovascular. Rico en antioxidantes, grasas saludables y compuestos bioactivos, se ha convertido en un protector cardiovascular natural que sí o sí hemos de introducir en nuestra alimentación.
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Beneficios del aceite de oliva para la salud cardiovascular
Sin duda, habrás escuchado en más de una ocasión que el consumo regular de aceite de oliva virgen extra está estrechamente vinculado con la mejora de la salud del corazón. Pero ¿por qué? ¿Cómo consigue el AOVE convertirse en un gran aliado cardiosaludable? Hoy te lo vamos a contar todo sobre este superalimento, así que sigue leyendo.
Reducción del colesterol LDL y aumento del HDL
El colesterol es uno de los factores de riesgo más significativos cuando hablamos de enfermedades cardiovasculares. Y existen dos tipos de colesterol diferentes:
- Colesterol LDL, denominado comúnmente como colesterol malo.
- Colesterol HDL, conocido como colesterol bueno.
El AOVE lo que hace es conseguir que disminuyan los niveles de LDL en sangre, haciendo que se reduzca la acumulación de placas en las arterias y, por lo tanto, beneficiando a nuestra salud. Al mismo tiempo, promueve un aumento en los niveles de HDL. Este colesterol es especialmente interesante, puesto que actúa como una especie de limpiador natural de todas las arterias al transportar todo ese colesterol no usado al hígado, donde se elimina. Gracias a este equilibrio entre LDL y HDL, se pueden prevenir una gran cantidad de problemas cardíacos: ataques al corazón, accidentes cerebrovasculares…
Todo esto es gracias a que estamos hablando de un alimento que es rico en ácidos grasos monoinsaturados, como el ácido oleico, que tiene un gran impacto positivo en los niveles de colesterol.
Control de la presión arterial
La hipertensión, conocida también como presión arterial alta, es otro de los grandes factores de riesgo para las enfermedades cardiovasculares. Son muchos los estudios que han demostrado que el AOVE tiene un efecto beneficioso sobre la presión arterial, debido a su composición. Es rico en polifenoles y en ácidos grasos saludables. Los primeros son antioxidantes que ayudan a relajar los vasos sanguíneos, mejorando así su elasticidad y reduciendo la resistencia al flujo sanguíneo. Este efecto es lo que permite que se mantengan unos niveles saludables de presión arterial.
Aunque no solo eso. Además, el AOVE fomenta una menor producción de sustancias inflamatorias. Estas tienden a endurecer las arterias con el tiempo, provocando una hipertensión.
Propiedades antioxidantes y antiinflamatorias
Es innegable que uno de los mayores beneficios del aceite de oliva es su alto contenido en antioxidantes, como pueden ser los polifenoles o la vitamina E. Estos compuestos ayudan a neutralizar todos los radicales libres del cuerpo, que son responsables del daño celular y de un envejecimiento prematuro. Si lo traducimos en términos de salud cardiovascular, lo que podemos entrever es esa capacidad que tienen los antioxidantes de proteger las células del endotelio. Estas son las que se encargan de recubrir las paredes internas de las arterias, evitando así su deterioro y mejorando su función.
Junto a esto, hemos de señalar que el AOVE cuenta con propiedades antiinflamatorias gracias a un compuesto que se conoce como oleocantal. Este actúa de una forma similar a algunos medicamentos antiinflamatorios, ayudando a reducir la inflamación crónica. Y, de nuevo, esta se asocia a la aparición de enfermedades cardiovasculares.
Estudios científicos que respaldan su uso
Son numerosos los estudios que han confirmado que, en efecto, el AOVE tiene una gran cantidad de beneficios para la salud del corazón. Uno de los más destacados fue realizado en España, y se conoce como Prevención con Dieta Mediterránea. Tras una ardua labor de investigación, los especialistas lograron demostrar que las personas que seguían una dieta mediterránea que había sido enriquecida con aceite de oliva virgen extra tenían un menor riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. Y esto lo pusieron en comparación con todas aquellas personas que habían seguido una dieta baja en grasas.
Aunque hay más estudios, como el publicado por el New England Journal of Medicine. En este se destacó que el consumo de AOVE en la dieta de forma habitual se asocia a una reducción significativa de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares. Son muchas las investigaciones recientes que sugieren que es un superalimento, y que debe ser un componente clave de una dieta equilibrada. No solo por ser cardiosaludable, sino también por el resto de beneficios que trae consigo.
Es más, algunas investigaciones recientes lo han asociado también con la prevención de la fibrilación auricular, una arritmia bastante común.
Cómo incorporar AOVE en tu dieta diaria
¿No sabes cómo introducir el AOVE en tu dieta? Es uno de los alimentos más versátiles que vas a encontrar, ¡así que no te preocupes! Porque nosotros te vamos a dar muchas ideas.
- Tostadas con AOVE. ¿Qué mejor forma de comenzar la mañana que con un típico desayuno andaluz? Pan tostado, AOVE y el tipo de proteína que prefieras: jamón, pavo, pollo… E incluso huevo. Todo depende de lo que te apetezca ese día en concreto.
- En ensaladas. Sin duda, es un increíble aderezo. Sobre todo si lo mezclas con hierbas frescas, con vinagre o incluso con jugo de limón. ¡Será toda una delicia!
- Salsas y marinados. Si añades algo de AOVE a tus salsas, o lo utilizas para marinar carnes, pescados o vegetales, le aportarás todos esos beneficios extras. E incluso irás un paso más allá, y harás que el sabor sea totalmente insuperable.
- Cocción a baja temperatura. Te recomendamos encarecidamente probarlo en cocciones suaves, para que su sabor no cambie. O introducirlo como toque final en los platos, para así preservar al máximo sus propiedades.
- Sopas y cremas. No hay nada como finalizar tu sopa o crema con unas gotas de AOVE. Algo que puede parecer nimio hará que sientas que el sabor se intensifica por completo, ¡y disfrutarás como nunca!
- Postres. Experimenta con el AOVE en repostería: bizcochos, magdalenas, galletas… Es más saludable que cualquier otro tipo de aceite, ¡y totalmente delicioso!
- Batidos o smoothies. ¿Nunca lo habías visto? ¡Nunca es tarde para probar! Y te garantizamos que te apasionará desde el primer momento la textura tan cremosa que dejará.