Nuestros productos

En Cooperativa Lucena elaboramos aceites procedentes de la variedad de aceituna Hojiblanca recolectada en su momento óptimo de madurez por procedimientos mecánicos, con excelentes características organolépticas y nutricionales.

El olivo Hojiblanca su cultivo y producción se centran en las provincias andaluzas de Córdoba, Málaga, Sevilla y Granada. Otro de los nombres con lo que se conoce a esta variedad es Lucentina, de ahí el nombre de la Denominación de Origen de Lucena.

El aceite procedente de la variedad Hojiblanca se caracteriza por un nivel de amargor medio, y picante medio en retrogusto. Notas dulces, especialmente en la entrada en la boca. Aromas herbáceos, Frutado intenso alto. Recuerdos a plátano, manzana y matices cítricos.

Es una de las variedades más valoradas y premiadas a lo largo del mundo, ganando gran cantidad de concursos internacionales y siendo considerado por muchos como el mejor aceite de oliva del mundo.

Actualmente contamos con una marca propia de esta variedad:

El olivo Hojiblanco que debe su nombre al color blanco de sus hojas, tiene la dualidad de poder recolectarse su aceituna para destinarla a la producción de aceite o al consumo directo en mesa. Podemos realizar dos elaboraciones con este tipo de aceituna para su consumo, en verde o podemos someterla a un proceso de oxidación y obtener la aceituna negra. Y a la hora de prepararlas podemos hacerlo elegir varias opciones; La clásica, en las que ambas elaboraciones se pueden presentar enteras, deshuesadas o a rodajas. Rellenas, en la que podemos optar por buscar rellenos en forma de pasta, patés o ingredientes naturales. Por último, podemos innovar y buscar nuevos y diferentes sabores a través de mezclas.

La principal variedad de uva que recogemos de nuestros socios es la uva Pedro Ximénez, una variedad de uva morfológicamente de aspecto redonda, de piel fina, casi transparente, con alta concentración de azucares, delicada y muy sensible a los climas húmedos. De ese tipo de uva se obtienen vinos generosos como finos o amontillados, como los Montilla-Moriles, que destacan por su complejidad aromática y su salinidad al paladar. El Fino Montilla-Moriles es un vino limpio, brillante y ligero en la copa de un color amarillo pajizo, complejo, sutil y delicado en nariz, con tonos almendros y seco, amargo y suave al mismo tiempo con un toque salino en boca. Excelente potenciador de los sabores de las comidas con las que se marida, por lo que se puede maridar con casi cualquier plato. Destacamos el jamón, pescados y marisco y guisos, así como el rabo de toro. También podemos obtener de la uva Pedro Ximénez, vinos dulces que tienen su mismo nombre. Este tipo de vino presenta un color caoba oscuro, con profundos aromas de pasificación. Suave y dulce a la boca. Pleno, vigoroso y con perfecto equilibrio. El maridaje de los vinos dulces de Pedro Ximénez suele realizarse con quesos azules, foie e incluso chocolate.