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Guía para el abonado del olivar tras la recolección

El abonado del olivar tras la recolección es una de las tareas más importantes para garantizar una buena producción en la siguiente campaña. Después de la cosecha, el olivo necesita recuperar nutrientes y energía para prepararse para el próximo ciclo vegetativo.

En esta guía, te explicamos qué fertilizantes son más recomendados, cuáles son los nutrientes esenciales y qué estrategias puedes seguir para mantener tu olivar sano y productivo.

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1. ¿Por qué es importante abonar el olivar tras la recolección?

La recolección supone un gran desgaste para el árbol. Durante el proceso, el olivo ha consumido una gran cantidad de nutrientes para el desarrollo de las aceitunas. Si no se reponen estos nutrientes, el árbol puede iniciar la siguiente campaña con carencias, afectando el cuajado del fruto y la calidad del aceite.

Un abonado adecuado en este periodo ayuda a:

  • Recuperar el vigor del árbol tras la cosecha.
  • Favorecer la regeneración de raíces y ramas.
  • Preparar el olivo para la floración y el cuajado del próximo año.

2. Nutrientes esenciales para el olivar

Los nutrientes clave que el olivo necesita tras la recolección son:

  • Nitrógeno (N): esencial para el crecimiento vegetativo, aunque en esta época se debe aplicar en dosis moderadas.
  • Fósforo (P): favorece el desarrollo radicular y la formación de flores.
  • Potasio (K): vital para la formación de reservas y la resistencia al frío.
  • Micronutrientes: como zinc, boro, magnesio y manganeso, que mejoran la salud general del árbol.

3. Tipos de abonado recomendados

Existen varias estrategias de fertilización para el olivar en este momento del año:

  • Abonado de fondo: consiste en aportar fertilizantes al suelo, normalmente en forma granulada, para que el árbol disponga de nutrientes durante varios meses.
  • Fertirrigación: permite aplicar nutrientes disueltos en agua de riego, lo que mejora su absorción y reduce el desperdicio.
  • Fertilización foliar: ideal para aportar micronutrientes de forma rápida y eficaz.

4. Cuándo realizar el abonado

El abonado tras la recolección debe hacerse lo antes posible, preferiblemente entre finales de invierno y principios de primavera, cuando el árbol aún está en reposo y puede absorber nutrientes antes del inicio de la brotación.

5. Abonado según el tipo de suelo

La estrategia de fertilización debe adaptarse al tipo de suelo del olivar:

  • Suelos arenosos: requieren abonados más frecuentes pero en dosis bajas.
  • Suelos arcillosos: retienen mejor los nutrientes, por lo que se pueden realizar aportes más espaciados.
  • Suelos calizos: es recomendable aportar quelatos de hierro y otros micronutrientes para evitar carencias.

6. Consejos de expertos

Para un abonado óptimo, sigue estos consejos:

  • Realiza un análisis de suelo y hoja antes de aplicar fertilizantes.
  • Adapta las dosis a la carga productiva del olivar y a la pluviometría.
  • Combina fertilizantes minerales con enmiendas orgánicas, como compost o estiércol bien maduro.

7. Importancia de la materia orgánica

El aporte de materia orgánica mejora la estructura del suelo, incrementa la retención de agua y favorece la actividad microbiana. Esto se traduce en un mayor aprovechamiento de los nutrientes aportados.

Conclusión

El abonado post-recolección es esencial para asegurar una buena cosecha futura. Una estrategia equilibrada, adaptada al tipo de suelo y necesidades del árbol, es la clave para mantener un olivar saludable y productivo.

En Cooperativa Olivarera de Lucena, ofrecemos asesoramiento técnico y productos de fertilización adaptados a cada tipo de explotación. ¡Contacta con nosotros para optimizar tu campaña!