Con la llegada de la primavera, todas aquellas personas que son alérgicas al olivo no pueden evitar echarse a temblar. Y es que esta alergia es una de las más comunes, y también una cuyos síntomas son más desagradables. Se conoce también como fiebre del heno o polinosis, y somete a muchas personas a vivir con picazón en los ojos, estornudos e incluso problemas para respirar. Pero ¿cuándo comienza? ¿Cuáles son los síntomas? ¿Y el tratamiento? Sigue leyendo, porque hoy te lo vamos a contar todo.
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Características del polen del olivo
La alergia al olivo, en realidad, no es al olivo como tal, sino a las partículas de polen que comienzan a moverse por el aire en primavera. Estamos hablando de partículas que son microscópicas, de entre 18 y 25 micras, y que son totalmente invisibles para el ojo humano… ¡Pero a las que nuestro cuerpo no tarda nada en responder!
El polen del olivo se transporta por el viento y, al tener ese tamaño, este es capaz de moverlo grandes distancias. Y eso es una mala noticia para los que creen que se pueden librar de la alergia por no tener olivos cerca, puesto que nada más lejos de la realidad. Incluso en plenas urbes, sin demasiados árboles alrededor, se puede sufrir esta alergia. Sobre todo, en temporada alta de polinización.
Para que te hagas una idea de hasta qué punto es una alergia común, se estima que alrededor del 30 % de los españoles podría tener alergia al olivo. Es más, ¡es una cifra que continúa subiendo cada año! De ahí que veamos a personas con mascarillas, o que las farmacias vean cómo el consumo de antihistamínicos sube cuando comienza a hacer algo más de calor.
Época de polinización
La época de polinización suele comenzar, aproximadamente, a partir de abril o mayo, pero depende tanto de las condiciones climáticas de ese año como de la región en la que nos encontremos. Suele coincidir con la primavera, con ese momento en el que las temperaturas comienzan a subir y los días ya empiezan a ser cada vez más largos. En zonas de Andalucía, por ejemplo, pueden comenzar a presentarse síntomas a partir de abril. No obstante, cuando hay un mayor índice de concentración de polen en el aire es durante la primera quincena de mayo, prolongándose en ocasiones hasta la segunda.
Es durante este periodo que los árboles empiezan a liberar una gran cantidad de polen al aire, y harán que todos los alérgicos deban correr a por sus remedios.
💡 Aquí hablamos de la flor del olivo y su época de floración
Alergia al polen del olivo
¿Te has preguntado en alguna ocasión qué significa exactamente ser alérgico a algo, en este caso al polen del olivo? Realmente, una alergia es una reacción del sistema inmune ante unos alérgenos. Estos, pese a que suelen ser inofensivos para la mayor parte de personas, hay a quien le provoca una alteración de su sistema inmunitario. Como respuesta a una posible amenaza, el organismo comienza a libertar histamina y provoca una inflamación, para así no permitir que el alérgeno entre. Cuando la concentración de histamina es demasiado alta, esta provoca dermatitis, conjuntivitis, tos, dolor de cabeza, rinitis… Y eso es justo lo que sufren aquellas personas que son alérgicas al olivo durante esta época.
Además, debes saber que la histamina es un neurotransmisor muy potente cuyo trabajo, entre otros, es mantenerte alerta y despierto. De ahí que, al consumir antihistamínicos, en muchas ocasiones podamos llegar a notar somnolencia.
Esta alergia al olivo puede tener diferentes causas; normalmente, se habla de un factor genético, aunque el entorno también depende en buena medida. Si te ves expuesto a altas cantidades de polen de olivo, es mucho más probable que acabes por desarrollar una reacción frente a este.
Para que puedas reconocer rápidamente la alergia al polen, debes saber que los síntomas más comunes son los siguientes:
- Estornudos muy frecuentes.
- Una picazón en la zona de la nariz, la garganta y los ojos que puede llegar a ser considerada insoportable.
- Congestión nasal, acompañada en ocasiones de rinorrea; es decir, secreción nasal.
- Tos.
- Ojos llorosos y muy enrojecidos que, en casos extremos, podría conllevar incluso una conjuntivitis.
- Fatiga y cansancio constante, debido a esa falta de aire.
- En los casos más graves, podríamos encontrar incluso una dificultad para respirar que podría llegar a ser peligrosa.
Pese a que estemos acostumbrados a hablar de la alergia como algo común, no podemos obviar que hay casos en los que esta puede interferir con el día a día y provocarnos problemas graves.
Remedios para hacer la alergia más llevadera
En caso de que sufras alergia al polen, lo primero que debes hacer es acudir a un médico que pueda recetarte antihistamínicos adecuados a tus necesidades concretas. Y, por supuesto, que te realice las pruebas pertinentes para, de esta manera, saber exactamente qué es lo que te provoca esa alergia.
Pero, además, hay algunos remedios que te pueden ayudar a hacer que tus síntomas mejoren:
- Evita el polen en la medida de lo posible. Por ejemplo, mantente en casa cuando veas que los niveles son muy altos; y, por supuesto, descarga una aplicación en el móvil que te permita tener estos niveles totalmente controlados. Si tienes que salir a la calle esos días, usa mascarilla protectora.
- Mantén las ventanas cerradas, no solo cuando los niveles sean altos, sino en la temporada de polinización. Abre solo para refrescar el ambiente, pero ten cuidado con el polen que pudiera entrar, porque hará que tus síntomas empeoren.
- En caso de que quieras poder abrir las ventanas en todo momento, ayúdate de purificadores de aire. No son caros, y te podemos asegurar que te ayudarán en buena medida a reducir todos tus síntomas en casa.
- Si has salido a la calle, dúchate cuando llegues a casa y cámbiate de ropa. De esta manera, podrás eliminar cualquier rastro de polen que hubieras traído contigo. Si vives con otras personas, pídeles que hagan lo mismo para mantener tu casa limpia.
- Usa gotas para los ojos y aerosoles nasales en caso de que los síntomas incluyan picazón o congestión nasal. Estos te serán de gran ayuda para eliminar estos síntomas de raíz.
La alergia al polen del olivo es, por desgracia, tan común como desagradable. Pero si te ayudas de estos remedios, verás cómo es mucho más llevadera.