Una forma de apostar por el comercio sostenible es buscar los llamados productos de kilómetro 0. Estos han ido ganando cada vez más y más popularidad, puesto que la sociedad cada vez busca apostar por opciones de consumo mucho más responsables y sostenibles. Pero ¿Qué son exactamente estos productos de kilómetro 0? ¿Qué es lo que les caracteriza? ¿Y cómo podemos comprarlos? Sigue leyendo, porque hoy te lo vamos a contar todo sobre ellos.
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Qué son los productos de km0
Los conocidos como productos de kilómetro 0, o productos de proximidad, son aquellos bienes de alimentación que se producen y se comercializan muy cerca del lugar de consumo final. Lo que se busca con esta denominación es minimizar, en la medida de lo posible, la distancia que hay entre los productores y los mercados. De esta manera, lo que se intenta es reducir la huella de carbono que se asocia al transporte. Y, además, se busca promover la sostenibilidad. Es una práctica que se alinea con las conocidas tendencias de consumo responsable, así como por esa gran preocupación por el medio ambiente que ha surgido en estos últimos años.
En realidad, este concepto de kilómetro 0 se puede aplicar a una amplia gama de productos: frutas, verduras, carnes, lácteos… E incluso a alimentos elaborados. En ocasiones, incluso se puede extender a productos que no son de alimentación, pero sí que son fabricados localmente. El objetivo es siempre el mismo: promover una economía de proximidad, mucho más sostenible a largo plazo.
Características
Los productos de kilómetro 0 cuentan con algunas características que les hacen totalmente diferentes a otro tipo de productos convencionales. Las más llamativas y relevantes de ellas son las siguientes:
- Lo que los distingue de todos los demás es que se encuentran muy cerca de los mercados en los que van a ser consumidos. Por regla general, se habla de un radio de entre 50 y 100 kilómetros, aproximadamente. Gracias a esta cercanía, se evita la necesidad de un transporte y, por lo tanto, se cuida la huella de carbono.
- Como hablamos de productos que no tienen un recorrido especialmente largo hasta llegar al lugar de consumo, contamos con la ventaja de tener productos mucho más frescos. No solo están más frescos, sino que también tenemos productos de una gran calidad: mantienen mejor su sabor, su aroma, sus nutrientes…
- Cuando compramos productos de kilómetro 0, estamos apoyando a todos esos agricultores, ganaderos, productores y cooperativas de nuestra localidad. Y, de este modo, fomentamos la economía de nuestra ciudad, promoviendo incluso a la creación de empleo.
- No solo apoyamos a esta economía de proximidad, sino que también podemos conocer mucho más sobre el origen de todos esos alimentos. Al mantener el contacto con el origen de estos, sabemos cómo fueron cultivados, cómo fueron elaborados, qué prácticas agrícolas se han usado… Y esto nos permitirá hacer una compra mucho más inteligente, y con más información.
- Con una logística totalmente simplificada, se producen muchos menos desperdicios a lo largo de todo el transporte. Además, se reduce también la probabilidad de que los productos se dañen o se echen a perder antes de llegar a las tiendas finales.
- En relación con lo que acabamos de mencionar, hablamos de productos que tienen un menor uso de conservantes. Y es que no tienen que se transportados durante largas distancias, ni durante periodos de tiempo muy prolongados. Al ser conscientes de esto, no se tienen que usar técnicas de conservación artificiales.
- Por último, estos productos de kilómetro 0 suelen ser productos estacionales. Es decir, que se consumen mucho más productos de temporada, alimentos frescos y de gran calidad.
Beneficios de consumir productos km0
Analizando brevemente las diferencias entre los productos de kilómetro 0 y el resto, ya es fácil entrever cuáles son los beneficios que podemos extraer de estos. En primer lugar, vemos que hay una gran reducción de la huella de carbono, puesto que se reducen los gases de efecto invernadero que se asocian al transporte. Pero, además, también hay un menor consumo de energía, como la electricidad que se necesita para la refrigeración. La cadena de suministro es mucho más eficiente, y esto también nos ayuda a preservar mejor el medio ambiente.
Pero, además, hablamos de productos que suelen ser mucho más frescos y mantenerse en mejores condiciones que otros. Son alimentos normalmente de temporada, con mayores nutrientes, más sabor y una calidad increíble. Y, normalmente, sin exposición casi a químicos y a conservantes.
Las ventajas no acaban aquí, puesto que también hemos de tener en cuenta que estamos apoyando a productores y cooperativas locales. Eso ayuda a preservar la economía de nuestra ciudad, y a promover el desarrollo económico de nuestra región. Visita la tienda de aceite de nuestra cooperativa
Y, además, como consumidores, podremos conocer mejor el origen de nuestros alimentos. E incluso nos sentiremos más conectados a ellos, y al entorno que nos rodea. Lo cierto es que son todo ventajas, puesto que su precio tampoco dista mucho de otro tipo de productos.
¿Dónde podemos encontrarlos?
¿No sabes dónde puedes encontrar estos productos de kilómetro 0? ¡Pues cada vez es más fácil! Puesto que hay distintos lugares y canales a través de los cuales se pueden comprar.
Lo más sencillo es apostar siempre por los mercados locales, o de proximidad, puesto que es donde seguramente haya productos de kilómetro 0. En estos mercados, los productores venden directamente a los consumidores, garantizando así esa conexión directa. Y, gracias a eso, se disfruta de una frescura inmejorable.
También existen multitud de tiendas de productos ecológicos o de comercio justo, que suelen ofrecer una gran cantidad de productos de este estilo. Son tiendas que se especializan en alimentos de una calidad muy alta, siempre sostenibles, y locales. E incluso hay comercios locales de barrio que también tiene productos de kilómetro 0, pese a no haberse especializado en ello.
Las cooperativas de consumo son otra de las grandes alternativas. Estas son organizaciones que hacen que los consumidores se puedan unir para comprar a esos productores locales de forma directa. Lo mejor de todo es que ofrecen una amplia gama de alimentos diferentes.
Consumir productos de kilómetro 0 es mucho más sencillo de lo que crees y, además, extremadamente beneficioso. Para el medio ambiente, para tu salud, para la economía local… ¡Así que te recomendamos darles una oportunidad!