Oleo News

Usos del aceite de oliva en postres y repostería

El aceite de oliva es un elemento clave de la gastronomía española y, además, ideal para aquellos que buscan implementar una cocina mucho más saludable. Este alimento ha sido reconocido a nivel mundial por su calidad, por las grasas saludables que trae consigo ¡y por su increíble sabor! Si bien es cierto que normalmente lo vemos en platos salados, como ensaladas, guisos… Es mucho más versátil de lo que pudieras imaginar en un primer momento. Tanto es así que es imposible no hacerle un hueco en el mundo de los postres y la repostería. Si todavía no lo has probado, hoy te vamos a enseñar algunas recetas en las que podrás introducirlo. Y, además, todas las ventajas que trae consigo.

bizcocho con aceite de oliva

Ventajas de usar aceite de oliva en postres

El AOVE no solo aportará un sabor único a todos los postres; además, tiene una gran cantidad de beneficios tanto en términos de textura como de salud. Y nosotros te los vamos a contar todos.

Sustitución de la mantequilla, manteca y otras grasas

En primer lugar, debes saber que una de las grandes cualidades del aceite de oliva es que te permite sustituir todas las grasas que se usan en repostería. Mantequilla, manteca… Puede sustituirlas sin problema por aceite. Con las ventajas que eso trae consigo, porque tiene un contenido más bajo en grasas saturadas y, además, es rico en grasos monoinsaturados. Estos son altamente beneficiosos para la salud cardiovascular, algo que tu organismo agradecerá. Por último, también debes saber que, al ser un líquido que se encuentra a temperatura ambiente, permitirá una distribución más uniforme de la masa.

Imagínate que vas a preparar un bizcocho: en lugar de echar mantequilla, podrás echar aceite de oliva en una proporción aproximada de 3/4 de taza por cada taza de mantequilla. Reducirás el contenido calórico del postre y, además, cambiarás la textura.

Mejora de la textura

El AOVE tiene la capacidad de retener la humedad en las masas, lo que hace que obtengamos una textura esponjosa que resultará en postres mucho más jugosos. Es una característica especialmente útil en bizcochos, magdalenas y galletas. Porque hablamos de productos que tienden a secarse fácilmente si no se equilibran bien los ingredientes. Y no podemos obviar el hecho de que el aceite es capaz de crear una miga tierna, mucho más homogénea, lo que hace que mejore la experiencia del comensal.

Si hablamos de otras recetas, como torrijas, no solo aporta una textura característica sino que, además, ayuda a conseguir ese exterior crujiente. ¡Un acierto rotundo!

Propiedades saludables

El aceite de oliva es muy conocido por tener unas propiedades antioxidantes y antiinflamatorias muy fuertes. Esto se debe a que dispone de un alto contenido tanto de polifenoles como de vitamina E. Incorporarlo en una receta no solo nos ayuda a que esta sea más deliciosa, sino que también mejora el perfil nutricional de la misma. Añade ese componente saludable, que nos hace disfrutar más sin sacrificar sabor.

Recetas populares con aceite de oliva

Aunque lo desconocieras hasta ahora, tras leer este artículo descubrirás que el aceite e oliva puede ser protagonista de una amplia variedad de postres diferentes. Y nosotros te vamos a dar algunas ideas.

Bizcocho con aceite de oliva

Comenzamos con uno de los grandes aciertos: el bizcocho elaborado con AOVE. Es una receta versátil y fácil de preparar, que destacará por su textura esponjosa y húmeda. Además, podrás darle el toque afrutado que desees: limón, naranja… E incluso introducirle algo dulce, como trozos de chocolate. Para prepararlo, necesitarás harina, azúcar, huevos, leche y, cómo no, aceite de oliva. Los pasos son los que se siguen siempre con cualquier bizcocho, ¡así que no tardarás nada en tenerlo listo!

En primer lugar, tendrás que mezclar tres huevos con unos 200 gramos de azúcar, o el edulcorante que desees; tendrás que batir hasta que esté espumosa la mezcla. A esto podrás añadir 150 ml de aceite, 200 ml de leche y la ralladura de limón o naranja. Continúa batiendo, y añade 250 gramos de harina y un sobre de levadura. Cuando tengas la mezcla, podrás verterla en un molde y hornear a 180º C durante unos 35 minutos, aproximadamente.

Magdalenas

Muy de la mano del anterior, no podemos dejar de hablar de las magdalenas hechas con aceite de oliva. Es cierto que la receta es algo más compleja, ¡pero no tiene pérdida!

magdalenas con aceite de oliva

En primer lugar, bate tres huevos con unos 150 gramos de azúcar, y bate hasta que coja consistencia. Incorpora 125 ml de aceite de oliva poco a poco, buscando que se integre. Y, además, añade 50 ml de leche. Opcional: ¡también puedes incorporar algunas gotas de esencia de vainilla!

Tras esto, tendrás que tamizar 200 gramos de harina y un sobre de levadura, mezclando siempre con movimientos envolventes. Cuando lo tengas todo, podrás llenar los moldes hasta 3/4 de su capacidad. Y todo estará listo para hornear a 180º C durante unos 20 minutos.

Torrijas

No hay postre más clásico que las torrijas. Un postre que, además, se elevará por completo si añades AOVE.

torrijas con aceite de oliva

Corta una barra de pan en rebanadas gruesas y remójalas en una mezcla de 500 ml de leche, 100 gramos de azúcar y canela. Te recomendamos que calientes la mezcla, la dejes enfriar y, posteriormente, la uses para remojar el pan. ¡Porque aumentará el sabor! Tras esto, pasa el pan por huevo batido y fríelas en abundante aceite de oliva. Asegúrate de que queden doradas, escúrrelas en papel absorbente, ¡y a disfrutar!

Galletas

Las galletas crujientes son una delicia, ¡especialmente si le añades aceite! Además, es una receta sencilla, y que puedes ajustar en cantidad para que te duren más tiempo.

galletas con aceite de oliva

Mezcla 100 ml de aceite de oliva con 150 gramos de azúcar, o el edulcorante que desees. Añade también un huevo, y una cucharada de esencia de vainilla. Tamiza 250 gramos de harina con una pizca de sal y una cucharada de levadura, y ve añadiéndolo poco a poco a la mezcla líquida hasta que consigas darle la textura deseada. Tras esto, llega lo divertido: amasar y cortar con moldes de galletas. Una vez listo, hornea a 180º C durante unos 10 o 12 minutos, hasta que veas que los bordes están ligeramente dorados.

Rosquillas de anís

Estas rosquillas no solo son tradicionales, y un acierto para todos los paladares, sino también fáciles de preparar. Coge un bol y mezcla 3 huevos, 150 gramos de azúcar, 100 ml de aceite de oliva, 50 ml de anís y una ralladura de limón. Tamiza 500 gramos de harina con un sobre de levadura, y añádelo a la mezcla hasta que obtengas una masa suave que no se adhiera a las manos. Tras esto, podrás darle forma a las rosquillas e ir friéndolas en aceite de oliva. Asegúrate de que acaben bien doradas, escúrrelas y rebózalas en azúcar mientras continúen calientes. ¡Y a disfrutar!

rosquillas de anís con aceite de oliva

Helado de aceite de oliva

El helado de aceite de oliva es un postre para los más atrevidos, una autentica opción gourmet. Combina esa cremosidad tan característica de los helados con el toque único del aceite. Y, además, es bastante sencillo de hacer.

helado con aceite de oliva

En primer lugar, debes calentar 250 ml de leche con 250 ml de nata y 100 gramos de azúcar, pero sin dejar que llegue a hervir. Bate 5 yemas de huevo y agrégalas lentamente a la mezcla caliente, removiendo constantemente. Cocina a fuego bajo hasta que veas que ha conseguido espesar y, en ese momento, retira del fuego y añado 50 ml de AOVE. Mételo en el congelador y ve removiendo cada 30 minutos para evitar que se creen cristales. ¡Será una delicia!

💡 Te dejamos con otra receta de postre: Sopaipas de Córdoba