Oleo News

Aceite de Oliva Lampante. Lo que debes saber

¿Has escuchado en alguna ocasión hablar del aceite de oliva lampante? Ha sido el protagonista de una gran cantidad de intentos de fraude, puesto que este no es apto para el consumo humano, pero, pese a todo, sí que se ha comercializado como tal. Hoy vamos a descubrir qué es exactamente este aceite, cómo se obtiene y en qué momento sí que se puede consumir.

operario recogiendo una muestra de aceite de oliva del molino

Qué es el aceite de oliva lampante

El aceite de oliva lampante se puede definir, brevemente, como un aceite virgen que se considera defectuoso por no tener las cualidades deseadas de este producto. Son muchas las causas que pueden provocar un fallo: las aceitunas pueden haber sido recogidas del suelo, o estar maduras de más; el proceso de elaboración y producción puede haber fallado…

La clave es que este aceite no es apto para el consumo humano tal y como se obtiene, puesto que su acidez libre es superior a la recomendada. A esto hay que añadirle que tanto el olor como el sabor no cumplen los mínimos que se piden.

Eso no implica que sea perjudicial, o que su consumo pueda dañarnos gravemente, pero sí implica que no cumple con las normas de calidad mínimas. Y, por lo tanto, no se puede vender para su consumo humano.

Cómo se obtiene este aceite

La obtención del aceite lampante es muy similar al de otro tipo de aceites, como el aceite de oliva virgen. No obstante, se dan ciertas diferencias que son las que hacen que todo cambie. Por ejemplo, puede que no se usen únicamente aceitunas consideradas sanas. Como hemos señalado antes, quizá se usen aceitunas que estén demasiado maduras, que se hayan caído previamente de los árboles o incluso que hayan sido afectadas por enfermedades. Y esto acaba repercutiendo de forma negativa en las propiedades organolépticas del aceite.

Para que este aceite pueda pasar a consumirse, lo que se debe hacer es tratarlo para convertirlo en aceite refinado. Y es que el aceite lampante puede ser la base de este tipo de aceites. Una vez se refina, lo que se consigue es eliminar aromas, colores, sabores e incluso texturas que pudieran ser desagradables; al terminar este proceso, debe mezclarse con aceite de oliva virgen para así poder comercializarse.

Al mezclarse, se consigue que tanto el aroma como el color mejoren notablemente. Es ahí cuando podemos hallar lo que se conocen como aceites refinados: aceite de oliva, aceite de oliva intenso, aceite de oliva suave… Lo único que es imprescindible es que la acidez no supere el 1 %. No es el mismo sabor que el que podemos hallar en el aceite de oliva virgen extra, o en el aceite de oliva virgen, y esto es algo que debes tener en cuenta.

▶️ Aceite verde: Te explicamos todo acerca de su color

Requisitos para ser lampante según la legislación actual

Hay normativas muy concretas que nos pautan cuándo un aceite debe ser considerado lampante. Por ejemplo, la Unión Europea cuenta con una legislación muy detallada donde se establecen todos los parámetros que determinan que un aceite debe ser considerado como lampante. Uno de los requisitos fundamentales es la acidez, así como el contener más de un 2 % de ácido oleico. Estos son indicativos claros de que este producto no cumple con los que se consideran estándares mínimos.

No solo se debe hacer un análisis químico, sino también una cata. Si aparecen defectos sensoriales, ya sea en el sabor o en el aroma, estaremos ante parámetros que nos hagan clasificar este aceite como lampante.

¿Se puede consumir el aceite lampante?

El aceite de oliva lampante se considera no apto para el consumo humano de forma directa por tener una calidad inferior a la que se pide. No obstante, siempre se puede someter a algunos procesos de refinamiento para así mejorar sus características, como hemos visto antes. Mediante métodos de refinación, se puede tanto reducir su acidez como sus defectos y, de esta manera, sí que se podría consumir.

Lo que no se debe olvidar en ningún momento es que, pese a pasar por un proceso de refinación y a mezclarse con otros aceites, no alcanzará la calidad de un aceite de oliva virgen o de un extra virgen. Es por eso por lo que se suele recomendar que su uso en la cocina se limite a algunos ámbitos específicos, como podría ser el de freír alimentos.

Usos y aplicaciones

Si bien es cierto que el aceite de oliva lampante no se puede usar como tal, cuando se refina sí que se le pueden dar muchos usos en la cocina. Por ejemplo, para freír o en otras preparaciones que exijan de una alta temperatura, porque al alcanzar estas, se consigue que su sabor no afecte de forma negativa a la preparación. Al final, su sabor se pierde entre el resto de ingredientes. Esto no pasaría si lo introdujéramos en una ensalada, o lo sirviéramos con pan, como sí que se puede hacer con aceite de oliva virgen o virgen extra.

lámpara de aceite

Debes saber que el aceite de oliva lampante sí que ha encontrado otros usos fuera de la cocina sin necesidad de alterarlo. Su mismo nombre nos indica uno de ellos: lampante viene de lámpara, y nos habla de una de sus aplicaciones más famosas a nivel histórico. Se usaba como combustible de las lámparas, para así iluminar los hogares, puesto que prendía muy bien y su gasto era bajo. Es verdad que ha caído en desuso, pero se sigue usando en la industria alimentaria. Especialmente, en la producción de algunos productos procesados, como podrían ser salsas, alimentos en conserva u otros enlatados. Lo que es imprescindible es que todo venga detallado siempre en los paquetes, para que el consumidor sepa lo que está comiendo.

Pese a que el aceite lampante no cumple con los requisitos de actualidad para ser consumido en sí mismo, ¡se le pueden dar muchos usos! Y, de esta manera, no se ven dañados los agricultores que tienen algún tipo de problema durante la fabricación de aceite de oliva, y se evitan grandes pérdidas.