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Aprende a Reciclar el Aceite de Cocina Usado

Si hay un residuo común en la mayoría de los hogares ese es, sin duda, el aceite de cocina usado. Y, en ocasiones, no somos conscientes de la cantidad de aceite que desperdiciamos por el fregadero, ni del impacto que esto puede tener sobre nuestro medio ambiente. Según un reciente estudio, cada año se vierten más de 120 millones de litros de aceite por el alcantarillado público español. Si abogamos por la sostenibilidad, y por reducir nuestra huella en este mundo, es crucial comprender hasta qué punto esto supone un problema. Sigue leyendo, porque hoy vamos a hablar precisamente de todo esto, y de cómo reciclar este aceite de cocina para cuidar a la par de nuestro mundo. 

friendo comida con aceite usado

Por qué es importante reciclar el aceite de cocina 

Hay quien aún no sabe hasta qué punto puede ser perjudicial verter tal cantidad de aceite de cocina, dejarlo rondando por el alcantarillado público. Aún hay una carencia de educación en este sentido, y es precisamente por eso por lo que queremos comenzar explicando por qué es importante ser cuidadosos al respecto. 

Lo primero que debes saber es que el aceite puede llegar a atascar las cañerías, provocando problemas graves en nuestras infraestructuras. Además, puede llegar a servir de alimento a cucarachas y otras plagas, que acabarían por ascender por las tuberías y provocar plagas en nuestras ciudades. Y eso sin ahondar en cómo puede provocar que se contaminen nuestras aguas, generando así una gran cantidad de daños ambientales. Para que te hagas una idea, un solo litro de aceite puede acabar por contaminar hasta mil litros de agua. 

Dónde y cómo almacenar el aceite usado de manera segura 

Pero, entonces ¿qué hacemos con el aceite usado? ¿Cómo lo almacenamos, o cómo nos deshacemos de él? ¡Es una duda totalmente lógica! Y es que, como hemos señalado, falta educación sobre los daños que este puede provocar en nuestro medio ambiente.  

Una vez que ya has utilizado el aceite para freír, es tan sencillo como tener a mano un recipiente de plástico que tenga un cierre hermético. Te sirve prácticamente cualquier recipiente que tengas por casa, incluso una garrafa de aceite antiguo, y basta con ir echando todo el aceite que ya hayas usado. Cuando este esté rebosante, será tan fácil como llevarlo a un punto limpio. Puedes incluso preguntar en tu barrio, o a tu comunidad de vecinos, ya que son muchos los que tienen contenedores específicos para la recogida de aceite usado. No solo eso, sino que también puedes hallar estos contenedores en centros comerciales, supermercados, tiendas de tu entorno… ¡La clave es preguntar! Y con un gesto tan fácil como este, podrás ayudar al medio ambiente y cuidar su sostenibilidad. 

💡 Dónde tirar el aceite usado

Opciones para el reciclaje del aceite de cocina 

Si no quieres llevar este aceite a un punto limpio, porque prefieres apostar por reutilizarlo en tu hogar y así sacarle más partido, ¡tenemos algunas ideas para ti! Y es que siempre podemos darle una segunda vida a todo lo que ya hemos usado en nuestra casa. 

Fabricar jabón 

Una de las alternativas más prácticas es la de crear jabón. Lo primero tendrás que hacerte con sosa caústica (que encontrarás en muchos establecimientos), agua y algún tipo de aceite esencial que te guste. Este último será el que le dará un aroma o un color particular al jabón, así que escoge uno que te apasione. ¡Te recomendamos la lavanda! Con su particular aroma, es muy relajante y, además, hará que tu piel se sienta más limpia que nunca. 

Lo primero que tendrás que hacer es filtrar bien ese aceite que hayas usado, para así eliminar todo tipo de partículas. Te recomendamos ayudarte de guantes y proteger tus ojos, puesto que, si bien es cierto que es sencillo, la sosa caústica siempre conlleva ciertos daños.  

Te dejamos los pasos resumidos, para que sepas cómo hacer este jabón: 

  1. Añade 200 ml de agua a una jarra que tengas cerca, y trabaja en una zona aireada para que la sosa no te cause ningún malestar. 
  1. Añade 78 gramos de sosa con cuidado, y verás como poco a poco esta se va disolviendo. ¡Ten cuidado con los humos que se van generando! No viertas jamás el agua sobre la sosa, puesto que puede ser peligroso. Deja reposar hasta que la temperatura del agua y la sosa sea inferior a los cuarenta grados. 
  1. Una vez diluida la mezcla y enfriada, puedes echar 600 gramos de aceite (que debes haber calentado previamente) en una jarra. Y, poco a poco, vas añadiendo la solución de agua y sosa. Verás cómo aparece una mezcla algo pastosa: ve batiéndola poco a poco, primero con una cuchara y luego ayudándote de una batidora. 
  1. Añade el aceite esencial que hayas escogido, para así conseguir un jabón con un aroma inigualable. E incluso puedes añadir granos de lavanda, café molido o semillas de algún tipo para conseguir un jabón exfoliante. Todo depende de las propiedades que desees. 
jabones caseros hechos con aceite usado

Ten cuidado durante todo el proceso, y sé precavido con el secado del jabón, puesto que este puede ser bastante lento. 

Transformarlo en productos para el cuidado de la piel 

Si eres de los que disfruta cuidando su piel, ¡aún puedes sacarle más provecho a este aceite! Puedes, por ejemplo, crear exfoliantes o incluso cremas hidratantes. Es un proceso similar al que hemos explicado arriba, pero con algunos cambios; te recomendamos investigar para conseguir siempre el resultado que desees. 

Uno de los productos que más nos gusta mencionar en este sentido es el exfoliante casero, ¡y es muy fácil de hacer! Necesitarás el aceite y algo de café molido, y bastará con ir mezclando hasta conseguir una pasta casi sólida. De esta manera, tendrás un producto increíble para quitarte toda la piel muerta del cuerpo. 

Creación de velas 

¡También puedes hacer velas! Hazte con un frasco que te guste y te resulte bonito, y de algo que te pueda servir de mecha, como un hilo de algodón. E incluso puedes añadir aceites esenciales, para conseguir que la vela huela.  

Lo cierto es que es bastante fácil, porque el aceite quema muy bien. Basta con colocar bien el hilo de algodón en el bote, que puedes endurecer ayudándote de un alambre entorno al que enrollarlo, y rellenar el bote de aceite usado. Tras esto, bastará con añadir el aceite que desees, ¡y ya tendrás una vela! 

Añadir al compostaje (en pequeñas cantidades) 

Es cierto que el aceite no es el mejor material para el compostaje, puesto que se descompone muy lentamente, pero en pequeñas cantidades puede ser de gran ayuda. Busca siempre que no haya demasiado aceite, para así evitar problemas como malos olores.  

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