Este pequeño insecto es el responsable de gran parte de los daños que sufren los cultivos de olivo en todo el mundo. La mosca del olivo tiene un ciclo de vida corto, pero en ese tiempo puede causar graves daños a estos árboles. En este artículo, veremos más acerca de la mosca del olivo y su impacto en la agricultura.
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¿Qué es la mosca del olivo?
Es la plaga más importante en el cultivo del olivo, estando presente en casi todas las zonas olivareras del mundo.
En invierno la mayor parte de la población lo pasa enterrada en el suelo en estado de pupa, emergiendo al final de la estación y permaneciendo en el olivar o zonas cercanas hasta el final de la primavera. Una vez cuajado el fruto en el estado fenológico “endurecimiento del hueso”, la hembra realiza la puesta.
Tras el periodo de incubación, variando en función a la temperatura, nacen las larvas que se desarrollan en el interior de la pupa de la aceituna. Las larvas más desarrolladas rompen la epidermis y vuelve a la cavidad para efectuar la pupa.
Posteriormente, emergen los adultos, saliendo de la aceituna. Tras un corto periodo de tiempo, los adultos repiten el ciclo, pero esta vez, las larvas se tiran al suelo y se entierran para transformase en pupas.

El número de generaciones dependerá de las condiciones climáticas y agronómicas locales pudiendo oscilar entre 2 y 4, aunque si las condiciones son muy favorables, este puede ser mayor.
La duración media del ciclo varía en función de la temperatura, siendo entre 30-80 días en zonas cálidas y 130-160 días en zonas frías

¿Cómo afecta al aceite?
En cuanto a los daños, estos pueden ser directos e indirectos, siendo los primeros por la pérdida de peso y/o caída prematura del fruto y los segundos por la pérdida de calidad en los aceites producidos, obteniendo unos aceites muy característicos. Para reducir los daños producidos por la mosca y obtener aceites de calidad, es necesario realizar la recogida de la aceituna y la molturación lo más temprana posible.
¿Cómo afecta a la aceituna de mesa?
En aceituna de mesa los daños son mucho más graves ya que el fruto sufre una depreciación importante, siendo nuestra variedad predominante (Hojiblanca) de las variedades más afectadas, junto a la Gordal y la Manzanilla.
La importancia de las temperaturas en su ciclo de vida
Por otro lado, las temperaturas tienen una influencia decisiva en el desarrollo de los distintos estados del insecto, interrumpiéndose con temperaturas inferiores a los 6 ºC y mayores de 35 ºC. Siendo 20-25 ºC las temperaturas óptimas para su desarrollo. En este sentido, temperaturas superiores a 35ºC produce la mortalidad de los huevos, mayores de 30ºC provoca la muerte de las larvas (sobre todo las pequeñas), temperaturas de más de 36ºC ocasionan la muerte de las pupas, y por encima de los 40ºC ya no sobreviven los adultos.
Por ello, debido a las altas temperaturas de los últimos años, la población de la mosca se ha visto reducida significativamente en gran parte de Andalucía.
Daños
- Daños directos: las aceitunas dañadas se identifican de forma sencilla por las hendiduras creadas por el oviscapto de la mosca, que son visibles a primera vista. Las hembras ponen sus huevos en las aceitunas de más de 7mm, mientras que las larvas producen túneles estrechos, provocando grandes pérdidas.
- Daños indirectos: los frutos afectados se pueden desprender. Las erosiones y daños provocados por esta mosca son susceptibles a la infección de hongos y bacterias, causando un acidez y emanando un aroma desagradable.
Tipos de olivo y resistencia a la mosca
Existen muchas variedades de olivo no deseables para esta mosca. Ésta suele tener preferencia por aceitunas con alto porcentaje de aceite y tamaño grande.
Entre las variedades que son poco atractivas para la mosca del olivo encontramos la Hojiblanca, Manzanilla Cacereña, Cellina di Nardo, Pendolino, Picual y Verdial de Huévar.
Otras variedades de olivo tienen un comportamiento neutro hacia la mosca. Estas son la Changlot Real, Koroneiki, Frangivento, Negral de Sabiñan, Peranzana y Picholine du Languedoc.
Finalmente, hay algunas variedades que son particularmente sensibles a la mosca del olivo. Estas incluyen la Alfafara, Arbequina, Blanqueta, Carolea, Cornicabra, Empeltre, Gordal Sevillana, Morisca, Manzanilla Sevillana, Farga, Frantoio, Picudo, Pico Limón, Ocal, Itrana, Leccino, Verdial de Badajoz y Villalonga.
Recomendaciones para su control y tratamiento
Para su control se recomienda a parte de los tratamientos fitosanitarios con materias activas autorizadas, el trampeo masivo mediante trampas cebadas con atrayente alimentario, la lucha biológica a través de hongos entomopatógenos o el fomento de plantas huéspedes de parásitos y por último, tratamientos con caolín haciendo poco atractiva la aceituna para la mosca.
Otras medidas pueden ser capturar la aceituna temprano para aprovechar su aceite o emplear variedades que sean menos susceptibles a esta mosca.
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Bibliografía
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