El aceite de oliva es uno de los productos más populares de nuestro país a nivel internacional, y con razón. Su sabor, todos los beneficios que tiene para la salud, así como la cantidad de recetas en las que puede ser el rey, lo hacen un indispensable de la cocina mediterránea. Pero ¿sabías que hay una gran variedad de aceites de oliva diferentes? Hoy te vamos a enseñar cuál es la diferencia entre los tipos de aceite de oliva más famosos, así como la mejor manera de reconocerlos. ¡Te vas a convertir en todo un experto del AO!
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Aceite de Oliva o AO
No podemos comenzar por otro que no sea el conocido como aceite de oliva tal cual, denominado también por sus siglas AO. Se categoriza dentro de los aceites refinados, puesto que se mezcla aceite de oliva refinado con aceite de oliva virgen. De esta manera, lo que se consigue es mejorar en cierta medida sus propiedades organolépticas. Pese a todo, no tiene ni el sabor ni el aroma que ofrece el AOVE, ni siquiera el AOV. Es mucho más suave, y no se nota ese amargor tan propio de este producto. La proporción de AOV que suele llevar este tipo de aceite debe ser de alrededor del 10 % o 15 %, para así conseguir mejorar tanto el sabor como el aroma.
Un factor importante para determinar la calidad del aceite es la acidez que tiene este. En este caso, no debe superar el 1 %. No es uno de los mejores aceites que puedas consumir, ni por sus propiedades en sí ni por la calidad que tiene, de ahí que no se considere un aceite de renombre.
▶️ ¿Cómo se hace el aceite de oliva?
Aceite de Oliva Virgen o AOV
Subimos de nivel para hablar del aceite de oliva virgen, que no debe confundirse con el virgen extra. Se diferencia de este porque sus propiedades organolépticas tienen algún tipo de defecto; es decir, no se puede señalar que tenga el mejor aroma o el mejor sabor. Pese a todo, ¡es una gran alternativa para el consumo! Su acidez es ligeramente superior a la del AOVE, ya que cuenta con 2 gramos de ácido oleico por cada 100 gramos.
Al no haber pasado por un proceso de refinamiento, como si hace el aceite de oliva, su sabor es más intenso y es algo que se nota desde el primer momento. Eso también hace que su precio sea superior al que hemos mencionado en primer lugar, pero también más asequible que el AOVE.
Aceite de Oliva Virgen Extra o AOVE
Hemos de reservar un espacio especial para hablar del famosísimo AOVE. El aceite de oliva virgen extra se considera, ahora mismo, el de mayor calidad que puedas encontrar en el mercado. Se obtiene de la primera extracción en frío de aceitunas que han sido previamente seleccionadas por su calidad, y es eso lo que garantiza el aroma que posteriormente tanto disfrutamos nosotros. Además, no se somete a ningún tipo de refinamiento durante el proceso, y tiene un acidez muy, muy baja, normalmente inferior al 0,8 %.
Es gracias a todas estas características que acabamos de mencionar que se consigue ese sabor afrutado, con cierto toque de amargor y ligeramente picante. Y es justo ahí donde reside la magia del aceite de oliva virgen extra, además de en sus increíbles valores nutricionales. Tiene un alto contenido tanto en ácidos grasos monoinsaturados como en antioxidantes, proporcionando así numerosos beneficios para nuestro oragnismo.
A la hora de distinguirlo, debes fijarte siempre en el etiquetado, puesto que la normativa europea es muy exigente con este punto. Aunque es algo que podrás distinguir en cuanto lo pruebes, por su indescriptible aroma. Si te sirve de ayuda, también debes saber que su color roza el verde más intenso. Es uno de los más caros que vas a encontrar en el mercado, pero es una inversión que merece la pena hacer en todos los sentidos.
Aceite de Oliva Virgen Lampante o AOVL
Un aceite de oliva que suele pasar bastante más desapercibido es el conocido como AOVL, o aceite de oliva virgen lampante. Y es que este no solo se considera de una calidad inferior al resto, sino que está señalado por la normativa como no apto para el consumo directo. La explicación es sencilla, y radica en su acidez: esta es superior al 2 %, y eso nos indica que o bien el proceso de producción o bien el de almacenamiento han tenido fallos. Normalmente, se suele aprovechar con fines industriales. Es más, se puede llegar a someter a un proceso de refinamiento, con lo cual daría lugar al primer tipo de aceite que hemos mencionado: aceite de oliva refinado. En este post ampliamos información acerca de la importancia de la acidez del aceite de oliva.
Como cabe esperar, tras haber visto sus cualidades, no tiene ningún tipo de propiedades organolépticas. No dispone de un sabor agradable, ni de un aroma reseñable, y es precisamente por eso por lo que no se consume.
▶️ Te explicamos todo acerca del aceite de oliva lampante
Aceite de Orujo de Oliva o AOO
Por último, hemos de mencionar el menos conocido aceite de orujo de oliva. Este se obtiene de la extracción del aceite que ha quedado residual tras haber realizado la primera extracción de las aceitunas. Es decir, de esos residuos sólidos que quedan al terminar el proceso. Es un aceite refinado, con lo cual ni su sabor ni su aroma son potentes. Debido a esto, no se utiliza en la alta cocina, ni siquiera en el día a día del hogar. Sí es cierto que se puede encontrar en la industria alimentaria como uno de los componentes, sobre todo porque es bastante asequible.
💡 Ampliamos información acerca del aceite de orujo de oliva
Estas son las variedades más comunes del aceite de oliva, así como sus características más representativas. Ante cualquier duda que te pueda surgir a la hora de comprar, no dudes en acudir a expertos de la materia y revisar siempre el etiquetado. Y, por supuesto: no hay nada como apostar por el aceite de oliva virgen extra. Tanto por sus cualidades como por su insuperable sabor, ¡es el oro líquido de nuestra tierra!
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