El estrés hídrico en el olivar es la principal causa de falta de producción de aceituna y, en caso de que las produzca, los rendimientos de estas sean anormalmente bajos.
Por ello introduciremos una serie de conceptos y recomendaciones para intentar reducir el estrés hídrico en nuestros olivares.
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Factores que influyen en la evapotranspiración del olivo
Primero de todo, el volumen de evapotranspiración en una plantación de olivar depende de varios factores:
Clima. La temperatura, la humedad relativa y la intensidad de la radiación solar son importantes para determinar el volumen de evapotranspiración. En climas cálidos y secos, la evapotranspiración será mayor en comparación con climas frescos y húmedos.
Edad de la planta. A medida que los olivos crecen y maduran, su tasa de evapotranspiración también aumenta.
El tipo de suelo y su textura también influyen en la cantidad de agua disponible para la evapotranspiración. Suelos arenosos tienen menor capacidad de retención de agua y por tanto sufren con mayor intensidad el estrés hídrico, a medida que el suelo tiene mayor capacidad de retención de agua el estrés disminuye.
Los suelos contienen diferente cantidad de agua dependiendo de su textura y estructura. El límite superior de almacenamiento de agua se denomina con frecuencia «capacidad de campo» (CC), mientras que el límite inferior se denomina «punto de marchitamiento permanente» (PMP).
- Suelo arenoso: Retienen 130 litros por m3 de suelo de los cuales 100 litros son de agua disponible.
- Suelo arcilloso: Retienen 400 litros por m3 de suelo de los cuales 220 litros son de agua disponible.
- Suelos francos: En ellos no predomina claramente ninguno de los tres tipos de partículas. Presentan una mezcla de arenas, limos y arcillas en proporciones equilibradas. Estos suelos son los mejores para el crecimiento de la mayoría de las plantas. Retienen 280 litros por m3 de suelo, de los cuales 190 son de agua disponible
La densidad de la plantación, la altura de los árboles y el tipo de cultivo pueden afectar el volumen de evapotranspiración. En general, se estima que una plantación de olivar adulta puede evapotranspirar entre 500 y 800 mm de agua por año. Sin embargo, este valor puede variar dependiendo de las condiciones climáticas y del manejo de la plantación.
💡 Es importante tener en cuenta que la evapotranspiración se ve influenciada por la época del año, ya que la transpiración de las plantas aumenta durante la temporada de crecimiento y disminuye durante la temporada de descanso.
Cómo reducir la evotranspiración
En el olivar de secano al igual que en el de riego, podemos realizar algunas prácticas que reduzcan la evotranspiración tratando de mantener en el suelo la mayor cantidad de agua y que las perdidas sean las menores posibles, para que el olivo tanto las épocas de crecimiento como en la de transformación de aceite tenga la mayor disponibilidad de agua posible y en primer lugar la floración llegue a un buen cuajado y a final de verano hasta que las temperaturas disminuyan por debajo de 15 º C, transformando la mayor cantidad de grasa posible.
Para ello tendremos que realizar una serie de técnicas que reduzcan las pérdidas de agua por escorrentía, mejorar la retención de agua del suelo, reducir la competencia de malas hierbas con el olivo que al fin y al cabo compiten por la humedad del suelo, sombrear la mayor cantidad de suelo posible evitando el suelo desnudo, reducir la carga de madera del olivo y realizar aplicaciones de blanco natural para reducir la insolación del olivo, que también reduce el impacto de algunas plagas como la mosca del olivo reduciendo el volumen de picada. Así como aplicaciones fitosanitarias con extractos de algas o abonos ricos en potasio.
Prevención de pérdida de agua por escorrentía en el olivar
La erosión y la escorrentía son problemas comunes en las plantaciones de olivar que pueden resultar en pérdida de agua y nutrientes, así como en daño ambiental.
A continuación, se presentan algunas medidas que pueden ayudar a prevenir la pérdida de agua por escorrentía en una plantación de olivar:
- Reducción de la pendiente del terreno. Una pendiente más suave reduce la velocidad y la cantidad de agua que escurre.
- Uso de barreras vegetales. Las franjas de hierba pueden ayudar a reducir la escorrentía y a absorber el agua.
- Cubierta vegetal. Mantener una cubierta vegetal en la plantación ayuda a retener el agua en el suelo.
- Prácticas de labranza. Se debe evitar la labranza excesiva, ya que puede dañar la estructura del suelo y aumentar la erosión, no labrar nunca a favor de la pendiente
- Construcción de bancales. Estos ayudan a retener el agua en el suelo y reducen la velocidad de escorrentía.
- Mantenimiento de los caminos y carreteras en buen estado puede reducir la erosión y la escorrentía.
- Utilización de sistemas de riego adecuados. El riego por goteo y otros sistemas de riego eficientes pueden reducir la escorrentía y minimizar las pérdidas de agua.
- Controlar la compactación del suelo puede reducir la capacidad de retener el agua. Evitar el tránsito excesivo de vehículos y maquinaria pesada por la plantación puede ayudar a prevenir la compactación.
- Instalación de sistemas de captación de agua, como pequeñas presas y estanques, puede ayudar a retener el agua y reducir la escorrentía.
- Implementación de prácticas de gestión del agua, como la programación del riego y el monitoreo de la humedad del suelo, así como las roturas de portagoteros puede ayudar a reducir la escorrentía y minimizar las pérdidas de agua.
- Evitar la tala de árboles y plantas en lindes evita que pueda aumentar la erosión y la escorrentía al exponer el suelo al viento y la lluvia.
Métodos para mejorar la infiltración de agua en el suelo
Existen diversas formas de mejorar la infiltración de agua en el suelo, entre las cuales se incluyen:
- La incorporación de materia orgánica como compost o estiércol puede mejorar la estructura del suelo, aumentando su porosidad y permitiendo una mejor infiltración de agua.
- Las cubiertas vegetales como leguminosas, pastos o cereales pueden mejorar la estructura del suelo, reducir la erosión y aumentar la infiltración de agua.
- Añadir polímeros absorbentes de agua que retienen y liberan el agua gradualmente a medida que se necesita, mejorando la capacidad del suelo para retener el agua y reducir la escorrentía.
- Utilización de una cubierta vegetal inerte, se trata de una cubierta vegetal compuesta por residuos vegetales, como hoja o restos de poda triturados en la parcela o rastrojos, que se dejan en la superficie del suelo para cubrirlo. Estos residuos vegetales se descomponen lentamente, aportando materia orgánica al suelo y mejorando su estructura. Estas cubiertas vegetales inertes son útiles para proteger el suelo de la erosión, reducir la evaporación del agua, y mantener una temperatura más constante del suelo. Además, al descomponerse, los residuos vegetales pueden liberar nutrientes y mejorar la fertilidad del suelo.
La importancia de las cubiertas vegetales
Es importante tener en cuenta que las cubiertas vegetales inertes no proporcionan los mismos beneficios que las cubiertas vegetales activas, es decir, aquellas compuestas por plantas vivas y activas. Las cubiertas vegetales activas tienen la capacidad de absorber el agua, fijar el nitrógeno atmosférico y mejorar la biodiversidad del suelo, por lo que su uso se considera más beneficioso en términos de la salud del suelo.
- Debemos reducir la competencia de la cubierta vegetal viva con el olivo, pues esta empieza a competir por la humedad del suelo y además consume gran cantidad de nutrientes, esto se debe realizar antes de que la hierba inicie la floración pues en este momento es cuando mayor consumo de agua y nutrientes del suelo demanda y esto lo podemos realizar mediante la aplicación de herbicida o mediante siega mecánica bien con segadora de martillos o de cadenas, en caso de rebrote de la hierba volver a repetir la siega.
- Es fundamental mantener una relación hoja-madera adecuada en el olivar, una carga excesiva de madera consume mucha agua del suelo y no aporta producción, por tanto es aconsejable eliminar aquellas ramas viejas así como las deterioradas, y en años cortos de pluviometría es importante que el olivo tenga la menor carga de madera posible para evitarle al mismo estrés hídrico, además las ramas viejas, dañadas y/o afectadas por enfermedades consumen nutrientes del suelo. Una correcta relación hoja madera reduce significativamente el estrés hídrico.
- Aplicación de blanco natural. El caolín es considerado como un protector de amplio espectro que además de disminuir los daños de las plagas de insectos, puede actuar como protector de las quemaduras solares y del estrés hídrico (Romero et al., 2006). Cuando se aplica la suspensión de caolín sobre el olivo se forma una capa blanca al secarse. Según algunos autores, esta aplicación permite el intercambio gaseoso, tanto del vapor de agua como del dióxido de carbono y también permite que la luz solar penetre por la capa protectora, que refleja el calor del sol manteniendo al cultivo más frío y protegiéndolo del estrés hídrico.
Igualmente esta mayor disponibilidad de humedad debe dar lugar a una mayor cantidad de aceituna, mayor tamaño de la aceituna. El caolín permite además un adecuado control del nivel de mosca de aceituna en plantaciones de olivo. - Los extractos de algas hacen que el sistema inmunológico del olivo sea más resistente a estrés hídrico al igual que la potasa regula la apertura de los estomas, si estos se encuentran cerrados se producen menos perdidas de humedad. Además de todo esto el olivo debe de estar bien nutrido y no presentar carencias de nutrientes, pues esto hace que el olivo evapotrasnpire mayor cantidad de agua.
Todo lo aquí expuesto son recomendaciones fruto de ensayos realizados anteriormente y de la experiencia. Recordamos que, determinadas prácticas aquí relacionadas deben estar de acuerdo a los eco regímenes que han entrado en vigor en la PAC de 2023.
Para cualquier duda o aclaración puedes contactar con Antonio Pozo o Miguel Álamos o utilizando nuestro formulario de contacto.
▶️ Aprende más acerca de algunas del as enfermedades o plagas del olivo más importantes:
Bibliografía
Moreno, M., & García-Orenes, F. (2019). Efecto del estrés hídrico en los cultivos de olivar. In Actas del I Congreso Ibérico de Riego (pp. 693-700).
López, J. M., & Carreño, F. (2012). Problemas y soluciones ante el estrés hídrico en el olivar. In Agricultura y desarrollo rural en España (pp. 163-178). Springer, Dordrecht.
Díaz-Ambrona, C., & Bañón, S. (2008). El estrés hídrico en el olivar en España: estudio de caso en la provincia de Córdoba. Investigaciones agrarias. Sistemas y recursos forestales, 17(2), 129-143.
Pérez-Corona, E., & García-Orenes, F. (2006). Estudio del estrés hídrico en el olivar. Investigaciones agrarias. Sistemas y recursos forestales, 15(2), 235-247.