¿Has escuchado en alguna ocasión hablar del aceite refinado? Este, pese a ser tan diferente en cuanto a sabor y a aroma al conocido aceite de oliva, procede de las mismas aceitunas. Pero hay un punto de su producción en el que varían, y eso hace que tanto sus características como sus posteriores usos sean totalmente diferentes. Hoy te lo vamos a contar todo sobre este tipo de aceite, y te vamos a ayudar a distinguir ambos para que jamás te den gato por liebre. ¡Sigue leyendo!
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Qué es el aceite de oliva refinado
Hay una gran cantidad de aceites diferentes en el mercado, pero hay dos que podríamos confundir con mayor facilidad: el aceite de oliva virgen y el aceite refinado. Ambos son, en origen, aceite de oliva que proceden de las mismas aceitunas; pero hay un momento de su producción en el que todo cambia. Cuando hallamos en el mercado “aceite de oliva”, sin ningún tipo de añadido, eso quiere decir que estamos hablando casi siempre de aceite refinado. Es decir, de un aceite que ha pasado por un proceso de refinamiento para conseguir eliminar todas las impurezas.
Pero ¿qué significa que un aceite es refinado? Que ha sido necesario un proceso de refinamiento para que se pueda considerar de consumo humano, puesto que la calidad original no era la adecuada. Y es que este tipo de aceite procede de un aceite de oliva que se ha considerado defectuoso por tener un nivel de acidez superior al 2 %, haciendo que no sea apto para el consumo humano. Es lo que se suele llamar aceite lampante, puesto que antiguamente era un aceite que se usaba únicamente como combustible para las lámparas debido a su baja calidad tanto de sabor como de aroma.
▶️ Aquí hablamos en profundidad de la acidez del aceite de oliva
Tras ese proceso de refinamiento, este aceite sí que se puede aprovechar y se considera perfecto para el consumo. Es cierto que no tendrá la calidad que podríamos encontrar en el aceite virgen extra, de ahí la importancia de saber distinguirlos, puesto que el precio no puede ser el mismo. Para que te hagas una idea, más de la mitad del aceite de oliva que consumimos los españoles es aceite refinado.
Como dato extra, debes saber que cuando hablamos de aceite refinado hay muchos tipos diferentes en el mercado, ¡y que no todos provienen de las aceitunas! Porque también está el conocido como aceite de girasol, de soja, de maíz… ¡Hay muchas alternativas interesantes!
💡 Tipos de aceite de oliva y aceite de oliva para cocinar
Proceso de refinado
Mediante el proceso de refinamiento, ese aceite lampante pasa a ser apto para su comercialización y consumo. Este procedimiento es bastante más sencillo de lo que parece:
- En primer lugar, debe pasar por una fase de depuración, en la cual se le añade agua y ácido fosfórico. Además, se procede a una extracción de todas esas impurezas que pudiera llevar consigo.
- Tras eso, se elimina esa acidez con sosa caustica, para hacer que su sabor sea mucho más agradable.
- Procedemos a la tercera etapa, en la que, ayudándose de arcilla, los expertos consiguen que su color sea mucho más homogéneo y parecido al del aceite que solemos consumir.
- Por último, se pasa a una fase de desodorización, para eliminar cualquier olor extraño. Esta etapa es crucial, puesto que se somete al aceite a una temperatura muy alta y, por desgracia, eso es perjudicial para sus propiedades nutricionales. Al elevarse hasta a los 250 ºC, se pierden muchos de sus antioxidantes, y se aleja de las propiedades que estamos acostumbrados a ver en el aceite de oliva virgen extra.
Comparación: Aceite de oliva refinado vs aceite de oliva sin refinar o puro
Es importante distinguir entre el aceite de oliva puro y aquel que está refinado porque, como hemos señalado, guardan bastantes diferencias entre sí. El primer punto clave es el etiquetado del aceite, donde se debe indicar sí o sí de qué tipo de aceite estamos hablando. Si en la etiqueta no pone aceite de oliva virgen o virgen extra, seguramente estés ante uno refinado.
Pero, además, hay otros puntos claves en los que vas a notar la diferencia como consumidor:
- Sabor y aroma: en ese proceso de refinado, se pierden tanto matices del sabor como matices del aroma. Es mucho más suave, neutro, y todo debido a ese proceso de desodorización por el que pasa.
- Valores nutricionales: de nuevo, ese proceso de refinamiento hace que se pierdan los antioxidantes, muchos de los ácidos grasos beneficiosos para la salud y, además algunas vitaminas (descubre aquí las vitaminas del aceite de oliva virgen extra).
- La estabilidad a las altas temperaturas es la última diferencia, puesto que el virgen extra tiende a ser más estable que el refinado.
Tipos de aceites refinados
Existen diferentes tipos de aceites refinados, y cada uno de ellos tiene unas características diferentes, además de usarse para aplicaciones culinarias dispares. A continuación, vamos a ver los que se encuentran con más facilidad, para que puedas reconocerlos y saber para qué usar cada uno de ellos.
Aceite refinado de oliva
Este es el más reconocido, y es en el que hemos profundizado en el post de hoy. Proviene del aceite lampante, y es uno de los más recomendados cuando se busca freír o cocinar a temperaturas altas, puesto que tiene más estabilidad que otros aceites refinados. Su sabor es, además, bastante suave.
Aceite refinado de orujo de oliva
En este caso, hablamos de un aceite que proviene del refinamiento de los residuos sólidos del aceite de oliva. Su punto fuerte es que es de los más baratos y, además, que es perfecto para freír. Eso sí, su sabor es bastante diferente al anterior. Aquí puedes encontrar información completa acerca del aceite de orujo de oliva
Aceite refinado de girasol
El aceite refinado de girasol se obtiene de las semillas de girasol, tiene un sabor muy, muy suave, y su punto de humo es bastante alto. Esto significa que continúa siendo una buena alternativa si lo que se quiere es freír algún alimento. Es más, es uno de los más usados para esto normalmente.
Aceite refinado de soja
Menos conocido que los anteriores, proviene de la soja. En cuanto a sabor, es uno de los más neutros, y también es bastante estable en lo que a altas temperaturas se refiere.
Aceite refinado de maíz
No es de los más fáciles de encontrar, y tampoco es de los más atractivos, ni por su sabor ni por sus propiedades nutricionales. Es suave, y su uso principal es para preparar platos fritos.
Aceite refinado de coco
Por último, no podemos dejar de hablar de uno de los más conocidos en estos últimos años, y que ha cobrado mucho protagonismo: el aceite de coco. En este caso, se obtiene de refinar aceite puro de coco, y es perfecto para freír. Eso sí, contiene una alta cantidad de ácidos grasos saturados, mucho más que otros aceites, así que hay que tener cuidado.