¿Te suena haber oído hablar en alguna ocasión de la temida cochinilla del olivo? Se conoce también como Saissetia oleae, y es una de las peores plagas que puedan sufrir este tipo de árboles. Al alimentarse de la savia de los olivos, y de otros árboles frutales de la familia Oleaceae, lo que hace es causar daños increíbles sobre ellos. Si no se controla, puede llegar incluso a ser mortal. Sigue leyendo, porque te vamos a contar todo lo que debes saber sobre ella para evitarla.
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Características básicas
Se la conoce de múltiples maneras diferentes: cochinilla del olivo, cochinilla de la tizne, caparreta o Saissetia Oleae. Junto con la conocida como mosca del olivo, está considerada una de las peores plagas que te puedes encontrar en un olivar. Pero ¿qué es exactamente? ¿Cómo podemos reconocerla? ¿Qué pasa si se escapan de nuestro control? ¡Nosotros resolvemos tus dudas!
En primer lugar, debes saber que estas cochinillas son perforadoras, y se rompen el olivo para así poder alimentarse de su savia. Miden alrededor de 2 y 5 mm, dependiendo tanto del momento del ciclo en el que se encuentren como de su sexo. Curiosamente, las hembras adultas son considerablemente más grandes que los machos. Además, mientras que estos son alargados, estas son más redondeadas, casi ovaladas. Su cuerpo se encuentra recubierto por una capa de cera que las protege, y que les da un color entre marrón y negro. Cuando la hembra está embarazada, antes de poner los huevos, tiene un color incluso más oscuro.
En cuanto a los huevos, estos son de un color rosado. Cada hembra es capaz de poner entre 150 y 2.500 huevos, de los que posteriormente saldrán las temibles larvas. Estas son más claras, y disponen de un caparazón con una forma semiesférica.
Son capaces de adherirse a las hojas de los olivos, a sus ramas e incluso a las propias aceitunas. ¡Y son un auténtico peligro!
Ciclo biológico
El ciclo biológico de estas cochinillas tiene diferentes etapas, que vamos a ir viendo poco a poco. Estas se conocen como huevos, ninfas y adultos.
Hemos de comenzar, cómo no, con las larvas. Cuando estas eclosionan, habitualmente en primavera, comienzan a alimentarse de la savia de los olivos. Y es gracias a esto que producen esa capa protectora que posteriormente las recubre por completo, como hemos mencionado. Es justo esta característica la que mejor distingue a estas cochinillas del olivo de otros insectos.
Tras haber finalizado su etapa larvaria, pasan a lo que la fase adulta. Es aquí cuando empezamos a distinguir a los machos de las hembras, puesto que estos primeros tienen alas. Este es el método que siguen a la hora de poder fecundar a las hembras, puesto que les permite moverse y alcanzarlas. Por otro lado, las hembras no se mueven, sino que continúan alimentándose para traer al mundo nuevos huevos. Estos se encuentran bajo la capa protectora de grasa, hasta que finalmente eclosionan a modo de larvas. ¡Y así se completa el ciclo!
Lo normal es que los huevos se encuentren almacenados alrededor de 10 a 15 días, aunque en otoño este periodo se puede alargar hasta los 25 días. Suele haber una eclosión al año, que tiene lugar en primavera, pero hay ocasiones en las que el propio clima favorezca que se reproduzcan hasta dos veces. Dependerá mucho de las temperaturas, y de si estas se mantienen más elevadas o más bajas.
Daños que produce en el olivar
Se considera que es una de las tres plagas fitófagas que más preocupan a aquellos que tienen un olivar, puesto que es capaz de dañar considerablemente los árboles. Sobre todo, si no hay un férreo control de por medio. En primer lugar, porque se alimenta directamente de la savia, con lo cual las hojas y el fruto se ven notablemente debilitados. Hace que el árbol en sí tenga mucha menos fuerza, que crezca de una forma deficiente, y que sus hojas se vean amarillentas. No solo eso, sino que también pierde vigor y hace que se produzcan muchos menos frutos.
Pero aquí no acaba la cosa. Durante su proceso de digestión, esta cochinilla desecha una gran cantidad de melaza. Y esta es la base alimenticia del hongo de la negrilla, un grave problema para los olivos. Este hongo acaba formando una gran capa negra alrededor de la hoja del olivo, impidiendo que pase la luz del sol y haciendo que su actividad fotosintética sea mínima. Además, mancha las aceitunas y hace que su valor baje considerablemente.
Así pues, es fácil entender hasta qué punto un insecto que en apariencia es inofensivo puede suponer un auténtico problema. No obstante, hay tratamientos tanto preventivos como para eliminar este bicho por completo. ¡Y nosotros te los vamos a contar!
Tratamientos
Hay un problema base a la hora de combatir esta plaga, y es que tiene caparazón protector. Esto hace que sea más complicado acabar con ellas mediante insecticidas. Por suerte, sí que hay algunos productos químicos en el mercado que pueden combatir este problema de raíz, aunque deben ser específicos. Es importante seguir tanto las recomendaciones de uso como las dosis apropiadas, puesto que, si no, podríamos poner en riesgo los árboles.
Junto a esta técnica, se puede usar el conocido como control biológico. ¿Cómo? ¡Muy sencillo! Consiste en criar y liberar enemigos naturales de la cochinilla, para dejarles a ellos toda la labor. En este caso, avispas. Aunque esto puede conllevar problemas posteriores, como que se nos vaya de las manos la población de avispas. Es por eso por lo que se recomienda siempre el control mediante químicos, puesto que es más fácil de controlar.
Junto a esto, es recomendable siempre mantener los olivares en las mejores condiciones posibles. Realizar podas, eliminar ramas u hojas que puedan estar infectadas, y mantenerlo todo vigilado para no encontrarnos este tipo de problemas a largo plazo. Lo mejor es contar siempre con la ayuda de expertos, puesto que son ellos los que realmente saben cómo gestionar este tipo de plagas y evitar que un olivar completo se pierda.
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